Rotary Club Temuco Frontera

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11 de septiembre de 2006. Homenaje a Bernardo O'Higgins en el mes de la patria.

Durantel la reunión del club de esta semana, el compañero rotario Sergio Marín Ríos, rindió homenaje al mes de la patria y las glorias del ejército, preparando un trabajo relacionado con aspectos poco conocidos de la vida del prócer Bernardo O'Higgins. A continuación el texto del trabajo:

Volver a Chile, un sueño imposible.

El año 1825 sorprendió a Bernardo O'Higgins desterrado en Perú, dedicado a las labores de la tierra en su hacienda de Montalván.

Dos situaciones históricas lo acongojaban. La más angustiosa fue la situación política chilena entre lo que se incluían los fracasos de los gobiernos, el caos y la anarquía en nuestra joven república.

Además, los apremios económicos personales que lo obligaban a dedicarle cada vez más tiempo a sus tierras que parecían negarle la generosidad de sus frutos. Con los años a O'Higgins ya no le interesaba retomar el mando como antaño, pero sí regresar a su país. En el retiro de su hacienda, O'Higgins contempló con tristeza como iba consumiéndose su vida lejos de Chile y cómo se desintegraba la tierra tan lejana que él ayudó a liberar.

Su salud se mantuvo firme hasta donde se lo podían permitir sus 64 años, pero al acercarse el verano, una angustia comenzó a oprimirle el pecho. Ya no pudo montar a caballo ni tener agitación de ninguna especie. Una hipertrofia al corazón diagnosticaron los médicos, pero no le importó. La muerte no lo había asustado nunca y menos ahora en que la vida poco o nada podía ofrecerle fuera de su anhelado regreso a Chile.

Por fin llegó el llamado de la patria a través de Manuel Bulnes, recién nombrado Presidente, y de inmediato se dispuso a embarcar el 27 de diciembre, en el vapor "Chile". Todo lo había preparado para la ocasión. Desde la casaca nueva de capitán general que le permitiría asistir a las ceremonias oficiales, hasta el texto de la proclama con que se despediría de los peruanos que le dieron tan largo y generoso hospedaje. Sin embargo,... un fuerte ataque al corazón le impidió embarcarse y nuevamente debió esperar que su organismo se recuperara.

Febrero fue la siguiente fecha para su regreso a la Patria, en el vapor "Peru". Pero nuevamente se repitieron los síntomas en el corazón impidiéndole su propósito. En octubre, don Bernardo aún luchaba contra su propio organismo que le impedía el regreso y que lo distanció definitivamente de Chile.

La mañana del 23 de octubre sintió en su cuerpo energías renovadas. Se hizo vestir y colocar un sillón próximo al lecho, pero las fuerzas lo abandonaron y pronto fue preciso recostarlo nuevamente. Rosita, Pedro Demetrio y Petronila, su india adoptiva lo rodearon. Apenas si se oyó la respiración entrecortada y un último balbuceo: "¡Magallanes!". Y después cayó un pesado silencio.

El 24 de octubre, a los 64 años, lejos de su patria, partió a la inmortalidad el Libertador de Chile.

Sergio Marín R.


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